“Para disfrutar en verdad de un perro, no se debe tratar de entrenarlo para que sea semi humano. El punto es abrirse uno a la posibilidad de ser más perro.” Eduard Hoagland.
Cuando tenemos un perro pretendemos que este se adapte a nuestro estilo de vida, sin tener en cuenta si ello implica un choque con la satisfacción de sus necesidades físicas y mentales.
Como consecuencia aparecen desavenencias en la relación con nuestros perros donde el temor, desconcierto y frustraciones son los sentimientos predominantes.
Los pilares básicos de nuestra metodología de trabajo son la confianza, el respeto, el compromiso y la empatía, ya que solo se puede alcanzar el éxito y equilibrio en la relación con nuestro perro.
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